30/12/2025
Portada » Noticias » Reactor de sales fundidas con torio en China: primer hito en Wuwei
JT-60SA, tokamak de fusión

El reactor de sales fundidas con torio en China ha alcanzado un primer hito en Wuwei. China afirma haber dado un paso relevante en su carrera por una fuente de energía limpia, segura y de disponibilidad muy alta. Investigadores e ingenieros del país aseguran que han logrado convertir torio en uranio dentro de un reactor de sales fundidas. El objetivo es disponer de un combustible fisible capaz de sostener la reacción que genera calor.

La iniciativa se vincula al Instituto de Física Aplicada de Shanghái, SINAP. El centro ha completado las pruebas iniciales de su reactor experimental TMSR-LF1, instalado en Wuwei, en el desierto de Gobi. Según la información difundida, el prototipo ha funcionado en esta fase.

Reactor de sales fundidas con torio en China y hoja de ruta hasta 2030

El TMSR-LF1 es un reactor experimental de 2 megavatios. Su papel es validar el diseño y comprobar su operación estable. Con ese punto de partida, China plantea un salto de escala en la próxima década.

El plan incluye un reactor de demostración de 373 megavatios para 2030, con la intención de acercarse a un despliegue comercial posterior. Ese calendario marca el paso de la validación tecnológica a una instalación con dimensiones industriales.

Del Torio al Uranio 233: la conversión que permite la fisión

El torio es abundante, pero no es fisible por sí mismo. Se considera un elemento fértil. Para que pueda sostener una reacción en cadena, debe transformarse primero.

La conversión se apoya en neutrones. Al absorberlos, el torio-232 se transmuta en uranio-233, y ese uranio sí es fisible. En términos operativos, el proceso convierte un recurso abundante en combustible utilizable para generar calor.

La información difundida añade una referencia de escala. Uno de los depósitos de torio en China tendría material suficiente para 1.000 años de producción energética. Esa cifra se usa como indicador del potencial del recurso si la tecnología logra escalar.

Cómo funciona un reactor de sales fundidas con Torio

Este diseño se separa del esquema más habitual en la industria nuclear. En lugar de barras de combustible sólido, el torio se disuelve en una sal de fluoruro líquida. La mezcla de sal y combustible circula por el núcleo, donde se produce la fisión.

Después, el sistema transfiere el calor a un segundo circuito de sal sin combustible. Ese circuito calienta agua, genera vapor y mueve una turbina para producir electricidad. La separación entre circuitos busca mantener el combustible aislado del resto del sistema.

El formato líquido se asocia a un uso más completo del combustible. Se menciona un aprovechamiento de más del 99% del potencial energético, frente a menos del 5% en reactores tradicionales.

Seguridad intrínseca a presión atmosférica

En cuanto a la seguridad, se destaca una diferencia operativa importante. Los reactores de agua presurizada operan a presiones muy superiores a la atmosférica, y se cifra esa diferencia en 150 veces. En ese contexto, un fallo de contención puede resultar especialmente crítico.

En cambio, el reactor de sales fundidas opera a presión atmosférica, y elimina el riesgo de explosión por sobrepresión. Además, se describe un esquema de seguridad pasiva basado en la física.

En la base del reactor se sitúa un tapón de congelación, conocido como freeze plug. Es una válvula de la propia sal, mantenida sólida mediante un ventilador. Si el reactor se sobrecalienta o se corta la energía, el ventilador se detiene, el tapón se derrite y el combustible líquido drena por gravedad a tanques de contención subterráneos.

La geometría de esos tanques impide alcanzar una masa crítica. La reacción se detiene sin intervención humana ni sistemas electrónicos. Después, el combustible se enfría, solidifica y retiene los productos radiactivos.

Residuos con menor duración y otra escala de gestión

El ciclo del torio reduce el problema de los residuos de larga duración. Se afirma que estos reactores pueden producir hasta 1.000 veces menos residuos de larga duración que los de uranio. También se indica que la mayoría de subproductos tendría una vida media de alrededor de 300 años, en lugar de decenas de miles de años.

En el marco de esta tecnología, se contempla que reactores de este tipo puedan contribuir a reducir parte del inventario de residuos nucleares ya existente.

Oak Ridge y la cancelación del programa en Estados Unidos

En la década de 1960, el Laboratorio Nacional de Oak Ridge operó con éxito un reactor de sal fundida durante cinco años. Pese a esos resultados, el programa se canceló durante la administración Nixon.

La explicación se vincula al contexto de la Guerra Fría. Se favorecieron reactores capaces de producir plutonio con interés militar. El ciclo del torio no genera plutonio utilizable para armamento, y por eso perdió prioridad estratégica.

Inversión desde 2011 y el salto hacia la demostración

China ha invertido miles de millones desde 2011 para desarrollar esta tecnología. El resultado del TMSR-LF1 se presenta como el fruto de más de una década de trabajo.

El siguiente hito es el reactor de demostración de 373 megavatios previsto para 2030. Ese salto marcará la diferencia entre un prototipo y una instalación cercana a la operación comercial.

Qué puede cambiar este reactor para China y para el sistema energético

Si la hoja de ruta se cumple, China ganaría una opción adicional para reforzar su transición energética. La propuesta apunta a una fuente nacional de energía limpia y de alta disponibilidad, con menor exposición a mercados internacionales de petróleo, gas y uranio. También se vincula a los objetivos de neutralidad de carbono.

Si lo afirmado se confirma y el salto de escala se materializa, el país habría avanzado hacia una energía limpia, más segura y de suministro muy amplio.