La Comisión Europea ha presentado un plan de redes eléctricas europeas dotado con 1,2 billones de euros para reforzar las redes eléctricas de la Unión Europea.
El programa se apoya en el nuevo Paquete de Redes y en la iniciativa Energy Highways, que reúnen medidas para modernizar y ampliar la infraestructura eléctrica europea.
El objetivo es integrar más energías renovables, mejorar los flujos de electricidad entre países y acelerar la electrificación de la economía. De este modo, Bruselas busca bajar los costes energéticos, reforzar la seguridad de suministro y reducir la dependencia de combustibles fósiles importados, en especial los procedentes de Rusia.
Un nuevo Paquete de Redes y la iniciativa Energy Highways
El Paquete de Redes agrupa propuestas legislativas para mejorar la planificación de infraestructuras transfronterizas. Según la Comisión, las redes deben adaptarse al despliegue de energías renovables, al almacenamiento y a nuevos usos eléctricos en industria y transporte.
Además, una prioridad es acelerar los permisos para proyectos de red, parques renovables y sistemas de almacenamiento. La iniciativa Energy Highways pretende reducir trámites, acortar plazos y facilitar la construcción de interconexiones estratégicas en toda la Unión Europea.
Por otra parte, el paquete propone mejorar el reparto de costes y beneficios entre Estados miembros. La Comisión subraya que los grandes proyectos deben reforzar la resiliencia y la seguridad de las redes, pero evitando cargas excesivas para los consumidores locales en las zonas donde se ubican las nuevas infraestructuras.
Ocho autopistas de la energía con prioridad estratégica
En el marco de Energy Highways, Bruselas ha identificado ocho “autopistas de la energía” con prioridad política y técnica. Se trata de proyectos clave para completar la Unión de la Energía.
- Península Ibérica. Nuevas interconexiones a través de los Pirineos para integrar mejor la Península en el mercado eléctrico europeo.
- Interconector de gran mar. Conexión entre Chipre y Europa continental para poner fin al aislamiento eléctrico de la isla.
- Enlace de armonía. Refuerzo de las redes de los Estados bálticos para aumentar su seguridad energética y reducir la dependencia de Rusia.
- Gasoducto transbalcánico (TBP). Inversión del sentido del flujo de gas con el fin de mejorar la resiliencia del suministro en los Balcanes y la vecindad oriental.
- Isla de la Energía de Bornholm. Desarrollo del mar Báltico como hub de interconexiones en alta mar y de evacuación de energía eólica marina.
- Europa sudoriental. Refuerzo de la seguridad de suministro y de la estabilidad de precios, con un papel destacado para el almacenamiento energético.
- Corredor SouthH2. Corredor meridional de hidrógeno entre Túnez, Italia, Austria y Alemania, orientado al transporte de hidrógeno renovable.
- Corredor de hidrógeno del sudoeste. Eje de hidrógeno que conectará Portugal y Alemania, atravesando otros países de la Unión.
Además, la Comisión indica que la ejecución de estas ocho autopistas tendrá prioridad política. Para ello, prevé coordinación regional de alto nivel, la figura de coordinadores europeos y el apoyo del Grupo de Trabajo para la Unión de la Energía.
Las propuestas del Paquete de Redes seguirán el procedimiento legislativo ordinario en el Parlamento Europeo y en el Consejo. Al mismo tiempo, Bruselas colaborará con los Estados miembros para acelerar proyectos incluidos en la lista de Proyectos de Interés Común y Mutuo, así como el despliegue de renovables, almacenamiento y puntos de recarga.
Un esfuerzo inversor de 1,2 billones de euros hasta 2040
La Comisión estima que serán necesarios 1,2 billones de euros en inversiones en redes hasta 2040. De esa cantidad, unos 730.000 millones de euros se destinarán a redes de distribución y alrededor de 240.000 millones de euros a infraestructuras de hidrógeno.
El plan sostiene que el desarrollo de redes puede generar ahorros netos para el sistema. Según los cálculos de Bruselas, una inversión de 5.000 millones de euros podría reducir los costes del sistema en 8.000 millones de euros, lo que supondría un beneficio neto de 3.000 millones de euros.
Además, una mayor integración del mercado eléctrico europeo podría aportar 40.000 millones de euros anuales en ahorros. Un aumento del 50 % en el comercio transfronterizo de electricidad podría sumar alrededor de 18.000 millones de euros al producto interior bruto anual de la Unión para 2030.
Redes eléctricas y competitividad económica
La Comisión vincula este esfuerzo inversor con varias brechas estructurales. Por un lado, recuerda que algunos Estados miembros aún no alcanzan el objetivo de interconexión del 15 % para 2030, lo que refuerza la necesidad de mejorar las conexiones entre sistemas nacionales.
Por otro lado, alerta sobre la elevada dependencia de combustibles fósiles importados, que en 2022 representaban el 70 % del consumo energético de la Unión. Reducir esa dependencia se considera clave para la seguridad energética y para limitar la exposición a choques de precios internacionales.
A todo ello se suma la brecha de precios eléctricos respecto a otras grandes economías. En 2024, el precio de la electricidad industrial en la Unión Europea fue de 0,199 euros por kilovatio hora, frente a 0,082 euros en China y 0,075 euros en Estados Unidos, según datos de la propia Comisión.
En consecuencia, el Paquete de Redes y la iniciativa Energy Highways se presentan como herramientas centrales para alinear las redes eléctricas con la integración de renovables, la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, la estabilización de precios y el crecimiento económico de la Unión Europea en las próximas décadas.
