30/12/2025
Portada » Noticias » Almacenamiento fotovoltaico hibridado en España en 2026-2027
Granja de paneles solares

La fotovoltaica española entra en fase de almacenamiento

España se aproxima a una nueva etapa de su transición energética, en la que el almacenamiento hibridado se consolida como pieza clave para revalorizar la generación fotovoltaica.
A finales de 2026 y comienzos de 2027, el sector espera un despliegue significativo de proyectos que combinen fotovoltaica y baterías conectadas a la red.

Este giro no solo persigue incrementar la rentabilidad de las plantas solares, también busca reforzar la seguridad de suministro y gestionar mejor la volatilidad del mercado eléctrico.

Un mercado fotovoltaico que entra en una nueva fase

El director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso, sitúa este punto de inflexión entre finales de 2026 y principios de 2027.
A su juicio, en ese período comenzará a verse en España una ola de proyectos de almacenamiento, con claro protagonismo del almacenamiento hibridado vinculado a grandes plantas fotovoltaicas.

El mensaje es nítido. Ya no basta con instalar potencia renovable y verter energía a la red, el reto consiste en gestionar esa energía para maximizar su valor económico y su aportación al sistema eléctrico.
La fotovoltaica se integra así en una lógica de gestión activa de producción y almacenamiento, donde la operación sofisticada marcará la diferencia.

Almacenamiento hibridado: cómo funciona y qué aporta

El almacenamiento hibridado combina una planta renovable, normalmente fotovoltaica, con un sistema de baterías capaz de almacenar electricidad en un momento y liberarla en otro.
Este esquema permite desacoplar la curva de generación de la curva de venta, algo especialmente relevante en mercados con precios horarios muy variables.

En la práctica, las plantas pueden cargar energía cuando la producción solar es abundante y los precios son bajos, para descargar cuando la demanda es mayor y las señales de precio son más atractivas.
Así se incrementan los ingresos potenciales, se reducen vertidos y se aprovecha mejor el punto de conexión, lo que refuerza la sostenibilidad económica de los proyectos.

La presencia de almacenamiento contribuye además a suavizar picos y valles de generación y mejora la estabilidad operativa de la red.
Los activos dejan de ser generadores rígidos y se convierten en activos gestionables, capaces de adaptarse con mayor precisión a las necesidades del mercado.

Regulación española: de freno administrativo a catalizador

El impulso previsto en el almacenamiento hibridado se apoya en la evolución reciente del marco regulatorio en España.
En los últimos años se han aprobado medidas que han reducido de forma notable las barreras para integrar almacenamiento en plantas renovables ya existentes.

Destaca la eliminación de la suma administrativa de potencias de generación y almacenamiento, de manera que la potencia combinada deja de ser un obstáculo para la obtención de permisos.
También resulta clave que las unidades de almacenamiento añadidas a una planta con impacto ambiental ya aprobado no requieran nuevas evaluaciones, lo que acorta plazos y reduce la incertidumbre para los promotores.

Esto configura un entorno en el que las limitaciones ya no vienen tanto de la tramitación como de factores industriales y financieros, como la disponibilidad de baterías, los costes de inversión o la capacidad de ejecución de las empresas desarrolladoras.
Una vez tomada la decisión de inversión, el despliegue de proyectos hibridados puede acelerarse con rapidez si existen equipos y financiación.

Cooperación hispano-china en energía verde

Las reflexiones de José Donoso se presentaron en el I Foro China-España de Energía Verde, celebrado en el Palacio de Linares de Madrid, que reunió a autoridades y empresas de ambos países.
El encuentro, impulsado por la Cámara de Comercio e Inversiones de China en España, puso de relieve la voluntad de intensificar la colaboración en fotovoltaica y almacenamiento.

China se ha consolidado como un actor central en el suministro de paneles solares, baterías y sistemas de control, además de contar con una fuerte presencia en la financiación de infraestructuras energéticas.
Para España, esta relación facilita el acceso a tecnología madura, economías de escala y experiencia en la operación de grandes plantas renovables y de almacenamiento.

En conjunto, la cooperación hispano-china contribuye a que el sistema eléctrico español integre almacenamiento a gran escala, refuerce la seguridad de suministro y genere más valor por cada kilovatio hora producido, especialmente en un contexto de alta penetración renovable.

Del volumen de energía al valor del kilovatio hora

En el sector eléctrico español, el debate ya no se centra solo en cuánta energía renovable se produce, sino en cómo se maximiza el valor de esa energía.
José Donoso insiste en que la figura clave dentro de las compañías será aquella capaz de diseñar estrategias que extraigan el mayor valor posible del kilovatio hora generado, combinando conocimiento técnico, financiero y de mercados.

Esto implica interpretar correctamente las señales de precio del mercado, ajustar la operación conjunta de la planta y el almacenamiento y explorar servicios de flexibilidad y apoyo al sistema.
En este contexto, la fotovoltaica hibridada se configura como una herramienta de gestión de riesgos y de optimización de ingresos, más que como un simple activo de generación física.

España ante el ciclo del almacenamiento hibridado

El periodo 2026-2027 se perfila como el inicio de un ciclo de expansión del almacenamiento hibridado en España, en el que las baterías dejarán de ser una rareza para convertirse en un componente habitual de los proyectos fotovoltaicos.
La mejora del marco regulatorio, la cooperación internacional con actores como China y la madurez del sector fotovoltaico crean un entorno propicio para este salto.

En este nuevo escenario, la fotovoltaica hibridada se consolida como palanca de inversión, creación de empleo y seguridad de suministro, al tiempo que refuerza la posición de España como referente europeo en soluciones energéticas sostenibles y orientadas al valor.
El sistema eléctrico español avanza hacia un modelo más flexible y mejor preparado para gestionar la volatilidad de precios y la creciente penetración de energías renovables.