Portugal ha decidido suprimir la tasa que se aplicaba a los productores de electricidad. El Consejo de Ministros aprobó un decreto ley que extingue el mecanismo de equilibrio concurrencial, conocido como clawback, con el argumento de abaratar costes para los consumidores.
El anuncio se realizó tras la reunión del Consejo de Ministros celebrada en Sintra. El ministro de la Presidencia, António Leitão Amaro, explicó que el Ejecutivo siguió una recomendación de la ERSE y defendió que la medida mejora la eficiencia y simplifica el sistema.
Un decreto ley para cerrar un mecanismo que ya no encajaba con el mercado ibérico
El Gobierno enmarca la decisión en un cambio de contexto. Según su explicación, el desequilibrio que justificó el clawback se ha corregido, por lo que la tasa dejó de cumplir el propósito con el que se concibió.
En esa misma intervención, Leitão Amaro presentó la supresión como parte de una línea de eliminación de cargas fiscales. Aludió a la eliminación de la Contribución Extraordinaria sobre el Sector Energético en el Presupuesto del Estado como antecedente de esa orientación.
Qué era el mecanismo de equilibrio concurrencial y por qué se creó
El clawback se traducía en una tasa aplicada a la producción nacional. Portugal la adoptó para corregir un desajuste en el mercado ibérico, donde Portugal y España forman precios de manera integrada y comparten, en la práctica, un mismo espacio de competencia mayorista.
La lógica era comparativa. Si los productores españoles soportaban determinados costes fiscales y los portugueses no, o a la inversa, el precio de mercado podría incorporar un sesgo competitivo. El mecanismo pretendía compensar ese efecto y evitar resultados que se consideraran extraordinarios o no previstos.
El espejo del impuesto español a la generación
Un análisis sectorial recuerda que el instrumento se introdujo en 2013 y que, en la práctica, acabó actuando como reflejo del impuesto español a la generación, el IVPEE, un tributo del 7% sobre los ingresos de generación eléctrica.
En ese marco, el regulador identificaba el IVPEE como una de las principales externalidades capaces de alterar la competencia dentro del mercado ibérico. El clawback buscaba neutralizar ese impacto en la parte portuguesa del sistema.
Efecto esperado en inversión y en rentabilidad de la generación
Para el Ejecutivo, retirar el clawback no solo apunta a costes. También envía una señal de estabilidad al mercado. La ministra de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho, defendió que terminar con el mecanismo puede favorecer la atracción de inversión, porque en ciertas circunstancias la tasa podía elevar el precio de la electricidad.
Desde el punto de vista de los productores si se reduce un coste regulatorio, se mejora la rentabilidad de la generación expuesta al mercado y se abre espacio para nuevos proyectos, en especial en un entorno donde el capital compite entre países por marcos más previsibles.
Una ventaja competitiva temporal frente a España
Si el IVPEE en España se mantiene, mientras Portugal elimina el clawback, los generadores portugueses expuestos al mercado podrían operar con costes más bajos que sus vecinos durante un tiempo.
La expectativa que se maneja en el sector es que el IVPEE solo desaparecería cuando España complete la amortización de la deuda del sistema, un horizonte que se sitúa en 2028. Hasta entonces, la diferencia de cargas podría traducirse en un mejor posicionamiento para parte de la oferta portuguesa.
Por qué el consumidor podría notar poco cambio en la factura
El Gobierno sostiene que el objetivo es reducir costes para el consumidor. Sin embargo, varios analistas advierten de que el efecto visible en la factura puede ser limitado o nulo en el corto plazo, por cómo se forma el precio en el mercado ibérico.
En la mayoría de las horas, el precio mayorista lo marcan centrales situadas en España, que seguirían sujetas al IVPEE. La reducción se apreciaría sobre todo cuando una central portuguesa fuese la que fijara el precio marginal, un escenario que no se espera con la frecuencia suficiente como para transformar de forma material el recibo final.
Qué cambia realmente tras la eliminación del clawback y por qué el debate seguirá abierto en el mercado ibérico
La supresión del clawback cierra una figura creada para corregir desequilibrios competitivos dentro del mercado ibérico. El Gobierno la elimina tras una recomendación de la ERSE y lo justifica por la necesidad de simplificar el marco y recortar costes que acaban llegando al consumidor.
Al mismo tiempo, la medida reabre el debate ibérico sobre cargas asimétricas. Si España mantiene el IVPEE mientras Portugal retira su mecanismo espejo, parte de la generación portuguesa podría ganar competitividad, con un posible impulso a la inversión, mientras el impacto directo en la factura doméstica podría ser más discreto de lo que sugiere el titular.
Básicamente la suspensión del clawback impacta directamente sobre el margen que perciben los productores. Teniendo menores costes y tomando en cuenta el alto nivel de interconexión entre los dos países de la península ibérica, producir en Portugal será un 7% más atractivo a partir de ahora.
