Red Eléctrica de España (REE) pondrá en marcha una subasta del Servicio de Respuesta Activa de la Demanda (SRAD) con vigencia durante el primer semestre de 2026. La finalidad es disponer de demanda flexible capaz de reducir consumo en momentos puntuales, estabilizar la operación y ampliar el número de participantes con capacidad técnica para responder en minutos.
Por qué ahora
El sistema eléctrico incorpora más renovables y avanza en electrificación, lo que eleva la necesidad de reservas rápidas en horas concretas. Tras el incidente del 28 de abril de 2025, el Gobierno aprobó el Real Decreto 997 de 2025 para reforzar la operación y acelerar herramientas de respuesta en minutos. La CNMC actualizó el P.O. 7.5, procedimiento de operación que regula el SRAD, define quién puede participar, cómo se activa, cómo se mide y cómo se liquida el servicio, para acercarlo a los productos europeos de balance y facilitar la agregación de consumos. El objetivo es disponer de demanda flexible fiable que compita en coste con la generación de pico y reduzca riesgos de desajuste.
Qué es el SRAD
El SRAD es un mecanismo de balance del sistema que convierte a la demanda en un recurso operativo. Las empresas que se adhieren se comprometen, de forma voluntaria y remunerada, a bajar su consumo durante intervalos limitados cuando el operador lo ordene. En términos sencillos, actúa como un seguro de equilibrio. Si surge un pico o una contingencia, parte del consumo se reduce de manera ordenada para mantener estable la frecuencia. Todo se valida con medidas objetivas y con tiempos de respuesta definidos.
Cómo funciona y a quién se dirige
El proceso comienza con una fase de ofertas, en la que las empresas indican cuánta potencia pueden retirar y a qué precio. REE adjudica la disponibilidad mediante subasta y, durante la vigencia del contrato, puede emitir órdenes de activación cuando detecta desequilibrios entre generación y consumo. El diseño se orienta a grandes consumidores y a agregadores de demanda, aunque las últimas modificaciones permiten que entren perfiles más pequeños si cumplen requisitos técnicos. Esto eleva la competencia y amplía la cobertura operativa del sistema.
Qué cambia respecto a rondas anteriores
La contratación se concentra en un periodo semestral, de enero a junio de 2026. Esto facilita ajustar reglas con rapidez y coordinar el SRAD con otros instrumentos del nuevo marco operativo. La revisión del P.O. 7.5 simplifica trámites, clarifica responsabilidades y refuerza la agregación para agrupar aportaciones de potencia de varios puntos de consumo. Conviene recordar que el SRAD actúa sobre potencia activa y equilibrio oferta-demanda, por lo que no sustituye a los procedimientos de control de tensión, que siguen su propio cauce regulatorio.
Calendario y datos operativos
La información definitiva de la subasta, incluidos calendario, ventanas horarias, requisitos técnicos y volúmenes, se publica en ESIOS. En cobertura sectorial se ha mencionado 2.339 MW como referencia para enero a junio de 2026. Ese dato es orientativo hasta que REE publique la convocatoria oficial y cierre los pliegos. Las cifras pueden ajustarse por necesidades del sistema, por la participación efectiva y por la coordinación con otros servicios de balance.
Resultados de la subasta anterior
En la ronda previa, celebrada en 2024 para prestar el servicio durante 2025, se adjudicaron 1.148 MW de potencia de disponibilidad, con 21 participantes en la subasta y 24 agentes habilitados en total. El precio marginal de disponibilidad fue de 56,43 €/MW·h y el programa de prestación contempló 4.371 horas. El detalle figura en la nota de REE y en la documentación pública de ESIOS, que recoge condiciones, criterios de verificación y reparto por proveedor.
Impacto para empresas, para el sistema y para la ciudadanía
Para las electrointensivas, el SRAD es una vía de ingresos ligada a la capacidad de modular procesos sin comprometer la producción, lo que exige análisis de riesgos, pruebas técnicas y garantías de tiempo de respuesta. Para el sistema eléctrico, disponer de miles de megavatios de demanda flexible reduce el estrés operativo, mejora la gestión de picos y puede desplazar recursos más caros. Para la ciudadanía, el efecto no es inmediato en la factura, aunque un sistema con mayor flexibilidad afronta mejor los episodios de tensión y reduce la probabilidad de medidas extraordinarias.
Contexto regulatorio
Tras el incidente del 28 de abril de 2025, el Real Decreto 997 de 2025 fijó un paquete de refuerzo de la operación y encomendó tareas a REE y a la CNMC. El marco impulsó revisiones de procedimientos y aceleró medidas para mejorar estabilidad, transparencia y coordinación entre transporte y distribución. En ese contexto, la revisión del P.O. 7.5 alinea el SRAD con estándares europeos, habilita la entrada de nuevos participantes y consolida la agregación como vía de acceso.
Próximos pasos
REE publicará los documentos finales, celebrará la subasta y comunicará los resultados de adjudicación con detalle de proveedores, capacidades y precios. Las empresas seleccionadas deberán superar pruebas técnicas y formalizar contratos antes del inicio del servicio. La CNMC continuará supervisando el mecanismo y propondrá ajustes metodológicos si la operación revela áreas de mejora. Los datos definitivos se cerrarán con la documentación oficial del operador, en un entorno donde la gestión de eventos extremos y la estabilidad del sistema siguen bajo escrutinio técnico, como se detalla en riesgo de apagón en España.
